La consejera de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, Cinta Castillo, se reunió el pasado viernes con la presidenta de la Diputación de Huelva, Petronila Guerrero, para explicar los objetivos del futuro Acuerdo Andaluz por el Agua e invitar a esta institución a sumarse a la iniciativa. La consejera abre con este encuentro la ronda de negociaciones para la consecución de este acuerdo que pretende contar con el apoyo de todos los sectores implicados en la gestión y uso de este recurso.
Castillo destacó que este acuerdo va a ser “fruto del diálogo y entendimiento, con el objetivo de definir los criterios básicos que rijan la gestión del agua en un futuro”. La consejera puso de relieve también “la necesidad de lograr un consenso político y social en torno al agua, que le deje fuera de la confrontación política”.
La titular de Medio Ambiente subrayó la idoneidad de sacar adelante este acuerdo coincidiendo con la asunción de la totalidad de las competencias de agua, con la inminente transferencia del Guadalquivir, lo que permitirá a Andalucía tener soberanía plena en esta materia y desarrollar así políticas propias para la gestión de este recurso.
Este acuerdo dará un nuevo impulso a los planes y programas de la Administración dirigidos al cumplimiento de la Directiva Marco de Agua europea, como el saneamiento y la depuración o la recuperación de los ecosistemas hídricos. La Consejería tiene previsto una ronda de reuniones que se mantendrán con todos los partidos políticos, las administraciones, organismos, instituciones y representantes de todos los sectores implicados y usuarios de este recurso.
La Consejería ya tiene en marcha una serie de trabajos y encuentros previos, en los que se ha informado a representantes de distintos colectivos sobre los objetivos de este importante acuerdo y la necesidad de contar con su concurso.
Tras estos contactos previos, Medio Ambiente tiene fijado un calendario de trabajo en el que se incluye la constitución de grupos de trabajo por materias, que abordarán temas tan diversos como la calidad de los ecosistemas, la sostenibilidad del uso del agua, el régimen económico y financiero, la sequía, las inundaciones o la mejora del servicio público del agua a los ciudadanos, como el abastecimiento o la depuración, entre otros. También se analizarán de manera pormenorizada la situación específica de cada cuenca hidrográfica y la mejor forma de gestionar administrativamente este recurso.
Este acuerdo tiene entre sus principales retos sacar adelante con el consenso de todos sus firmantes una Ley Andaluza de Aguas en la que se incorpore la prevención y lucha contra inundaciones, las aguas subterráneas, la seguridad de presas y embalses, la modernización de los regadíos o nuevos usos del agua.