En 1993, el profesor John Anthony Allan, de la Universidad de Londres, desarrolló e introdujo la teoría de “agua virtual”, es decir, la cantidad necesaria para distintos usos y especialmente aquella que se utiliza para elaborar distintos productos. Por ese logro y sus aplicaciones recibió hace unos meses el prestigioso Premio Estocolmo del Agua 2008.
F. Balsells entrevista a Allan hoy en El País, haciendo un repaso por las claves de la sequía en Cataluña y la gestión del agua en España.
Allan se muestra muy crítico con el sector agrícola, afirmando que:
"Los que tienen demasiada no quieren cederla a quienes no tienen suficiente. La agricultura supone un porcentaje marginal del PIB español [el 2,9% en 2007, según el INE], pero sigue teniendo mucha voz. Desafortunadamente, el sistema hídrico español se articuló hace 30 o 40 años según sus necesidades. Ustedes son rehenes del sistema que diseñaron sus abuelos, pero las circunstancias han cambiado.
Los agricultores creen que hacen el trabajo de dioses. No se dan cuenta de que el problema viene de su lado. No derrochan agua, pero la emplean de forma muy poco eficiente. Y emplean mucha, 10 veces más de la que consumen las ciudades. Si las ciudades crecen, tienes un nivel de lluvias débil, y los agricultores no ceden... Te quedas sin agua. Es lo que ha pasado en Barcelona"
Los dardos de Allan se dirigen también a otros ámbitos:
"España es un país muy cargado de obras hidráulicas. Ha manipulado casi cada gota de agua susceptible de ser manipulada. Si queda alguna, por favor, ¡que se la deje al medio ambiente!.
Las brigadas de ingenieros siempre reclaman más actividad para su profesión, pero tienen un punto
de vista muy limitado. Tienen sus guerras particulares."